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miércoles, 9 de febrero de 2011

Spanking en el arte


Punto común entre todos los spankos es nuestro rechazo a los azotes no consensuados y por supuesto, las azotainas a menores o el uso del azote como castigo cuando para nosotros es un placer que requiere de una técnica para llegar a disfrutarse por completo.

Hacia 1777 Goya ya mostraba su crítica a la práctica de los azotes en la escuela y lo hizo, como era su estilo habitual a través de una pintura llamada "La letra con sangre entra" o "Escena de escuela" que recuerda también a uno de sus Caprichos "Se rompió el cántaro" que inspiró la obra "La Azotaina" de Leonardo Alenza.

Azotes no eróticos, no consentidos y que por tanto quedan fuera de nuestras prácticas, podemos encontrarlos en bastantes cuadros, tantos que quizás daría para hacer una de esas exposiciones temáticas que se han puesto tan de moda. Algunos son bellísimas muestras de la pintura de historia del siglo XIX, como "Las hijas del Cid" que también fueron pintadas por Pinazo.

No creo que el Prado se anime pero reunir en una sola exposición todos los cuadros que nos muestran azotainas puede ser una forma más de mostrar que el arte se ha ocupado de todos los temas posibles y los azotes, aunque en su mayoría no sean eróticos, no podían ser menos.


Menos erótica y más disciplinaria que la anterior, este grabado, de la misma época y posiblemente del mismo autor por la similitud en las formas de representación, nos trae más escenas de azotes en el grabado del siglo XIX, momento en el que el refinamiento en las prácticas eróticas iba alcanzando uno de sus puntos más interesantes con una buena producción en dibujos (difíciles de conseguir ahora), pero sobre todo de fotos, ya que éste nuevo medio de plasmar la realidad relegó mucho al dibujo y se convirtió en sí mismo en una forma de arte más dejándonos bellísimas estampas de aquella época que todos conocéis... y si no, iré trayendo alguna por aquí también y para eso también me gustaría contar con vuestra colaboración.