Vistas de página en total

lunes, 24 de enero de 2011

Tratamiento Respetuoso al ser Dominante




El sometido ha de dirigirse en todo momento y ocasión de forma respetuosa, pero humilde y afable, es decir con corrección, tanto a otros seres sumisos, como a los Dominantes con los que pued.a, si su Dominante se lo tiene permitido, entablar conversación. Este trato ha de ser siempre agradable, es decir, sin salidas de tono, usos demasiado informales o cualquier otro tipo de forma de expresión que pueda ser inadecuado, aunque por norma, sobre todo en presencia exclusiva de su Am@, deberá guardar silencio, observar y estar atento, procurando aprender de quien le rodee, pero sin interferir a menos que le sea requerido expresamente, y por lo general, pidiendo antes permiso a su amo, ya sea mediante una mirada o un gesto.
Si tuviera necesidad de preguntar algo o hacer alguna aclaración, es preferible siempre, pedir permiso antes al Am@, buscando el momento adecuado y tratando de no interrumpir.
Durante la sesión, generalmente el ser sumiso se hallará en silencio, atento y concentrado, a petición de su Am@ podrá expresarse de formas diferentes, (con exquisita suavidad o lenguaje vulgar y extremo, humillándose a si mismo o a otros, siempre con adoración hacia su Dominante) para magnificar las sensaciones.
Podrá gemir, suplicar, rogar, gritar etc mientras su Dominante lo autorice, pero a sabiendas de que, si ése día no es de su agrado, el Dominante podrá amordazarlo sin más.
Cada Dominante explicará detalladamente a su ser sumiso sus preferencias en cuanto al tratamiento que desea recibir; Am@, Señor/a, Maestro/a, Tutor/a, Master o Misstress, de “usted”, con tuteo pero de forma respetuosa siempre, etc. y en qué momento y situación.
El grado de rigidez en el uso de un cierto ritual protocolario depende del Dominante, pero a menudo y sobre todo al comienzo de la relación, unas normas claras al respecto ayudan al ser sumiso a entrar en situación y tomar conciencia de su condición, por lo que es recomendable, hacer uso de ciertas normas básicas desde el principio a fin de que el sumiso las incorpore cuanto antes a su forma natural de expresarse y proceder, lo que le dará seguridad para conversar, dentro de unos limites correctos, tanto con su Dominante como con otras personas presentes, sin temor a defraudar a su Dominante.
0 comentarios

No hay comentarios:

Publicar un comentario